Capítulo 31 Ya había un niño
La acusación de Tadeo me dejó por completo paralizada; parpadeé incrédula mientras lo miraba.
No esperaba que, incluso con pruebas contundentes, él siguiera apoyando a Almira. No podía creer que aceptara una razón tan estúpida como esa.
Siempre había creído que nunca hice nada para traicionar a Tadeo, ¿desde cuándo había comenzado a ser vista como alguien tan vil y menospreciada en su corazón?
Este hermano, con quien había crecido, me parecía cada vez más extraño.
¡Era tan tonto e ignorante que no podía cambiar!
Fabián, que había estado en silencio, de repente habló con un tono burlón: —Tadeo, nuestra colaboración termina aquí. Definitivamente, trabajar con un tonto como tú solo insulta mi inteligencia.
—Si quieres seguir trabajando en el mundo empresarial, te sugiero que primero vayas al hospital a revisar tu coeficiente intelectual y luego hablamos.
Tadeo se puso pálido de rabia mientras Almira se apresuraba a defenderlo.
—Presidente Fabián, Tadeo solo me cree, ¿qué h

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil