Capítulo 121
Ana se sobresaltó por un instante en su interior.
Javier le había pedido que volviera a casa. ¿Seguía viviendo en la casa de los Ruiz?
¿Por qué le pedía que regresara?
¿Acaso él ya no se ocupaba de Laura?
En un solo segundo, mil pensamientos cruzaron por la mente de Ana.
La nueva cuidadora ya había comenzado a trabajar.
Era realmente profesional: atendía a Sara con destreza, poseía amplios conocimientos médicos y, además, mostraba gran paciencia y una actitud impecable.
Al verla, Ana sintió que ya no tenía motivos para quedarse.
Miró a Sara.
Ella no quería que Ana se fuera, pero alcanzó a ver el cansancio oculto en sus ojos. Ahora que contaba con una cuidadora competente, jamás permitiría seguir siendo una carga para ella.
Con dulzura, le dijo: —Anita, ve a ocuparte de tus cosas. La nueva cuidadora me atenderá bien. De verdad, estoy muy contenta. Te llamaré más adelante.
Ana finalmente asintió. —Está bien, entonces me voy.
Sara, de pronto, se quitó la hebilla del cabello y se la entreg

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil