Capítulo 18

En los días siguientes, Clara se alojó en un hotel y, cada día, había alguien que iba a pedirle perdón. Carlos y Rosa, Lucas, Alejandro... se turnaron uno tras otro e, incluso un día de lluvia, se quedaron al pie del edificio, de pie, un día y una noche, solo para verla una vez. Pero Clara nunca se mostró. Ella se quedaba de pie junto a la ventana, mirando con frialdad aquellas personas abajo, sin que en su corazón se levantara el más mínimo sentimiento. Sabía que ellos de verdad se arrepentían y que, sinceramente, querían compensarla. Pero ella no lo necesitaba. Ya había comprado el billete para irse, dispuesta a abandonar aquel lugar y empezar una nueva vida. Sin embargo, el día en que se disponía a ir al aeropuerto descubrió que todas las salidas de vuelos y los trenes de alta velocidad habían sido canceladas. Clara se quedó en la sala del aeropuerto, mirando en la pantalla las palabras "Vuelo cancelado", con el entrecejo ligeramente fruncido. En ese momento, Lucas y Alejandro se ac