Capítulo 23

La voz de Carlos sonó baja y ronca. —Clara, ya tenemos el pelo blanco, solo te pedimos que nos des una oportunidad para poder compensarte... El público debajo ya lloraba desconsoladamente, y los internautas también. En ese momento, Lucas alzó la cabeza, con un matiz de esperanza en la voz. —Clara, hoy es el último día de esta semana. Si estás dispuesta a perdonarnos, preséntate aquí, en el lugar de la retransmisión en directo. Apenas terminó de hablar, todas las miradas se concentraron en la puerta, conteniendo la respiración. Un segundo, dos, tres... Cuando todos contaron hasta el décimo segundo sin respirar, las grandes puertas del recinto se abrieron lentamente. Clara entró despacio, vestida con un sencillo vestido largo negro. En su cara no había la más mínima expresión; su mirada fría recorrió el lujoso y resplandeciente lugar de la retransmisión en directo y se posó en las personas del escenario, como si estuviera viendo una farsa. —¡Clara! —Lucas y Alejandro exclamaron al uníson