Capítulo 31

—¡Tío Javier, cada vez te pones más dramático! —replicó Raúl, aún más desconcertado—. ¡Clara también es hija de Martín, no tiene ningún pasado vergonzoso! ¿Qué tiene de malo que me guste? Antes, con cualquier mujer que le llamara la atención, aunque toda la familia estuviera en contra, ese mismo tío Javier se las arreglaba para que coronara; siempre lo consentía y estaba de su lado en todo. Pero esta vez su actitud era tan distinta... ... Javier fumaba con un aura pensativa. Quiso decirle la verdad a Raúl, pero al pensar en su propia relación con aquella mujer, se dio cuenta de que era imposible explicarla; no le salía ni una palabra. —Ella es muy complicada, tiene una vida demasiado enredada. Tú vives sin preocupaciones y no podrás controlarla —dijo con voz grave. —¿Y para qué querría yo controlarla? —Raúl no pudo evitar reír y respondió—: ¡Justo me gusta por eso! ¡No se parece en nada a las mujeres con las que he estado antes! De todos modos pienso conquistarla y, cuando la tenga, sa