Capítulo 54

Al recibir un ataque tan directo, Clara se quedó sin reaccionar por un instante; su mente quedó en blanco durante unos segundos... Quizás al darse cuenta de que quien la besaba no era el hombre de siempre, el perro en el asiento trasero comenzó de repente a ladrar con fuerza varias veces "¡Guau, guau, guau!" Cuando Raúl, lleno de ímpetu, intentó besarla con mayor intensidad, ella finalmente se resistió y lo empujó para apartarlo... —Lo siento. Raúl quedó recostado en el asiento, respirando con dificultad, el corazón latiéndole con fuerza, todo su ser sumido en contradicciones. Él también había tenido algunas novias, pero siempre eran ellas quienes lo buscaban y trataban de agradarle. Conseguía lo que quería con facilidad, y nunca habría imaginado que un día, pese a pertenecer a una familia tan rica y a poseer un físico atractivo, terminaría convertido en un segundo plato. Y que, delante de una mujer, tendría que mostrarse tan cauteloso, inseguro, con miedo a perder y a no ganar nada. C