Capítulo 2849
El guardaespaldas se adelantó y le abrió la puerta.
Antes de que pudiera ponerse las pantuflas, Layla vio a Elliot sentado en el sofá con Eric a su lado y se quedó helada.
‘¿Por qué está Eric aquí?’, pensó ella. ‘¿Ha venido por su cuenta o lo ha traído papá?’.
"Papá", dijo Layla y se puso rápidamente las pantuflas para luego acercarse a Eric. "¿Qué haces aquí?".
"Le dije al chofer que lo trajera". Elliot miró las flores que Layla tenía en las manos. "¿Para quién las has comprado?".
Ella le presentó el ramo aduladoramente. "Para ti, claro. Papá, ¿por qué lo has traído aquí?".
"Quieres tu pasaporte, ¿verdad? Quieres hacer los trámites para tu matrimonio, pero no lo vas a hacer sola". Elliot aceptó las flores y se las entregó al sirviente.
El sirviente las tomó inmediatamente y se marchó.
Eric se volteó para mirar a Layla sorprendido ante las palabras de Elliot. Estaba claro que no tenía ni idea del plan de Layla hasta ese momento.
"¿Por qué me miras así?". Layla lo miró a los ojos. "He dicho que en medio año estaremos casados, pero nunca he dicho que voy a esperar para casarnos hasta entonces, ¿verdad?".
Eric no pudo refutar su lógica. Después de todo, sería hipócrita por su parte no casarse con ella después de permitir que se fuera a vivir con él.
Elliot agarró el vaso de la mesita y bebió un sorbo de agua. "Eric, de momento sigues recuperándote y sé que no puedo pedirte demasiado, pero hay reglas que se cumplen. Si quieres casarte con mi hija, hazlo según mis reglas", dijo Elliot.
Layla enarcó una ceja. "¿Qué reglas, papá? Ni siquiera sabía que tuvieras reglas".
"Sin reglas, habrá caos". Elliot le lanzó una mirada fría a su hija. "Se requiere un anillo de compromiso y él se arrodillará para pedir tu mano".
Layla se quedó muda al instante, pues no esperaba que su padre le hiciera semejante petición. "¿Se lo propusiste así a mamá antes, papá? No había escuchado hablar de este tipo de rutina".
Layla ya no se sentía tan nerviosa.
"Mi matrimonio con tu madre lo decidieron nuestros padres, a diferencia de tus circunstancias actuales", le dijo Elliot sin emoción. "Si no hace lo que le digo, no te entregaré el pasaporte".
El tono de Elliot era decidido y autoritario, por lo que Layla supo que nunca obtendría su pasaporte si se negaba a hacer lo que él decía y admitió su derrota de inmediato. "Iré a buscar el anillo ahora mismo".
"He dicho que tiene que comprarlo él. No tú", la corrigió Elliot.
"Papá, no puede salir. Mamá ha dicho que tiene que descansar en casa", dijo Layla. "¡Tienes que ser flexible! No puedes ser tan estricto con los detalles".
"Tiene el dinero y puede comprar el anillo sin salir. Todo dependerá de si él quiere hacerlo", dijo Elliot.
Layla se dio cuenta de lo que Elliot quería decir y se acercó a Eric. "Consigue a alguien que te compre un anillo, y hoy mismo haremos los trámites para casarnos. No me parece bien que sigamos juntos así sin casarnos".
Eric asintió cuando la escuchó, ya que tampoco deseaba poner a Layla en semejante situación. "¡Hagámoslo otro día! Es demasiado precipitado hacerlo ahora".
Eric no podía comprar un anillo cualquiera para Layla. Quería ofrecerle lo mejor.
"Pero quiero casarme contigo hoy. No sé por qué, pero no puedo evitarlo", suplicó Layla. "Compra un anillo cualquiera y proponme matrimonio. Hay una joyería cerca". Ella extendió su brazo hacia él. "Dame tu cartera y enviaré a nuestro chofer a comprar uno allí".