Capítulo 2873

Ivy se abrochó el cinturón de seguridad y estudió a Hayden antes de murmurar con indecisión: "Hayden, la tía Lilith y mamá tienen buenas intenciones. No te enfades con ellas". La tensión en el rostro de Hayden se alivió. "No lo haré". "Bien, entonces". Ivy se sintió aliviada. "Creo que la chica que ha llevado la tía Lilith es guapa. Tiene un sentido agudo de la belleza". "No tenemos intereses en común". Hayden no sintió ningún problema en expresarse ante su hermana. "¡Hayden, ni siquiera intentaste hablar con ella!". Por alguna razón, Ivy se acordó de Lucas. Lucas había permanecido en silencio el primer día que a ella se le había encargado su cuidado. Al igual que Hayden, Lucas era un lobo solitario, pero tenía un corazón bondadoso. "Hayden, una vez conocí a alguien a quien le disgustaban los extraños tanto como a ti. Yo tampoco tenía nada en común con él, pero nos pusieron en circunstancias en las que teníamos que comunicarnos... Poco a poco, encontramos la forma de hablarnos". Ivy quería que Hayden superara sus dificultades e intentara comunicarse más con desconocidos. "Ivy, ¿tú también crees que debería buscarme una novia?", preguntó Hayden. "Si eso es lo que quieres. Solo quiero que seas feliz". Ivy sonrió. "¿Por qué le has sacado el tema a mamá esta mañana?". "Mamá dijo que entenderé cómo se siente ella cuando tenga mis propios hijos, así que me di cuenta de que nunca sabré cómo se sienten mis padres hasta que yo mismo me convierta en padre". "Creo que tiene razón, ¡pero no puedes tener hijos solo porque quieras saber cómo se sienten tus padres!". Ivy se quedó atónita ante su lógica. "Una vez que tengas hijos, tendrás que rendir cuentas por ellos". "Lo sé". Hayden era lo suficientemente rico como para criar a cien niños sin problemas. … Por la tarde, Lilith acompañó a Avery a seleccionar los regalos para los invitados, ya que necesitaban más variedad. "Una vez fui a la boda de una amiga mía y en el paquete de regalos para los invitados había un aceite aromático que olía de maravilla", dijo Lilith. "¿Debería preguntarle a mi amiga dónde lo compró?". "¿Funcionará también con un perfume?". Avery pasó por delante de una estantería de productos cosméticos. "Claro, pero los baratos huelen fatal, y los que son buenos son caros". "No pasa nada. Es la boda de Layla, así que nos da igual lo que cueste", dijo Avery. "¡Ja, ja, ja! Es sencillo hacer feliz a todo el mundo. Basta con darle a cada uno de los invitados un lingote de oro", se burló Lilith. Avery se quedó helada al escuchar sus palabras. Ella había discutido el tema con Elliot, pero él no estaba del todo complacido con todos los regalos que ella mencionó y pensó que eran demasiado baratos para enfatizar cuánto valoraban a su hija. ‘Si vamos a darle a los invitados lingotes de oro, estoy segura de que Elliot no pondrá objeciones’, pensó Avery. "Avery, no puedes estar considerándolo seriamente, ¿verdad?". El corazón de Lilith se aceleró cuando Avery no respondió. "Aunque seas rica, no puedes tirar tu dinero así como así, ¿verdad?". "Quizá debería hablar con tu hermano". Lilith se encogió de hombros. "Adelante. No hay duda de que va a decir que sí, y esto definitivamente se hará viral en Internet más adelante". Avery sacó su teléfono y llamó a Elliot para contarle la idea. "Claro", dijo Elliot sin dudarlo. "Asegúrate de grabar los nombres de Eric y Layla en ellos junto con las palabras 'con todas las bendiciones'". Avery se quedó sin palabras al instante.