Capítulo 2988

Tras examinar los resultados de las pruebas, el médico dijo: "Es una infección bacteriana. Le recetaré un medicamento para que se lo dé a su hija". "De acuerdo, doctor. No es un problema grave, ¿verdad?", preguntó Shelly. "Veremos cómo evoluciona la situación después de que haya tomado el medicamento. Si la tos se agrava, tendrá que volver para un nuevo examen". El médico empezó a escribir una nueva receta. Shelly miró a su hija, que ya había recuperado el ánimo, y rezó en silencio para que el medicamento la ayudara a recuperarse. Diez minutos después, Shelly y su hija, bajo un paraguas que llevaba Fergus, quien también se aferraba a la medicación, salieron del edificio de urgencias. La lluvia había disminuido considerablemente. Cuando subieron al coche, Shelly preguntó: "Fergus, ¿cuánto ha costado todo en total? Te transferiré el dinero". Como había estado cargando a su hija todo el tiempo, Fergus se había encargado de todos los pagos. "Solo fue una pequeña cantidad...". "Fergus, si te niegas, no volveré a pedirte ayuda en el futuro", lo interrumpió Shelly. "No importa cuánto sea, tengo que pagarte". "Está bien, lo veremos cuando lleguemos a casa", dijo Fergus mientras esperaban en un semáforo en rojo. No pudo evitar volver a mirar a la niña en brazos de Shelly. "El padre de tu hija debe de ser muy apuesto, ¿verdad? Es la niña más linda que he visto en mi vida". Shelly no pudo evitar sonreír. Como madre, se sentía orgullosa cuando elogiaban a su hija. "Sí. Su padre es mucho más apuesto que yo". Al ver a Shelly hablar del padre de su hija con una sonrisa en la cara, Fergus se sintió un poco desconcertado. "¿Tú y el padre de tu hija tuvieron una ruptura amistosa? ¿Por qué se separaron? Ahora que tienen una hija, ¿no pueden compartir la paternidad?". Shelly respondió: "Fergus, este asunto es demasiado complicado. No es algo que se pueda explicar en pocas palabras. No hablemos de ello". "¡Está bien! Es que se nota que no estás resentida con el padre de tu hija". "Claro que no. Quedé embarazada de forma inesperada, y no es que el padre de la niña me dejara embarazada y luego eludiera su responsabilidad", explicó Shelly. "No creerás que me he encontrado con un mujeriego, ¿verdad?". "¿No crees que otros pensarían lo mismo si escucharan sobre tu situación?". Fergus se rio entre dientes. "Pero me alegro de que no sea así". "No, no lo es. Debería habértelo explicado antes". "¿Sigues en contacto con el padre de la niña?", preguntó Fergus. Shelly dudó un momento y luego asintió. "Qué bien. Ya que no tienen desacuerdos por la niña, ¿por qué no se casan?". Fergus no acababa de entender la situación. Cuando Shelly había mencionado antes al padre de la niña, Fergus había notado la expresión apacible en su rostro, por lo que sintió que le quedaba algo de afecto. "Fergus, olvídate de mí". Shelly no quería continuar la discusión. "Las cosas no siempre salen como se planean". "Lo sé. Igual que yo creo que haríamos una pareja estupenda, aunque no pienses lo mismo", dijo Fergus con amargura. "Aun así, me alegro de que hayas acudido a mí en busca de ayuda". Shelly se sonrojó y tomó nota mental de obtener su licencia de conducir para no tener que molestar a los demás la próxima vez que le pasara algo a su hija. Si Fergus empezaba a salir con alguien en el futuro, sería inapropiado que Shelly le pidiera ayuda. … Al llegar a casa, Shelly transfirió todos los gastos médicos a Fergus antes de dejarlo marchar. Su madre se había quedado despierta y se apresuró a salir de su habitación cuando Shelly regresó.