Capítulo 14

Lucia también, en ese momento, enloqueció por completo, finalmente comprendió que estar viva era aún más doloroso que la muerte. No es que no hubiera pensado en morir, los hombres de Orlando y Román la vigilaban constantemente, hasta el punto de no dejarle ningún objeto con el que pudiera acabar con su vida. Su habitación quedó vacía, no quedaba absolutamente nada. Incluso llamaron a un médico para que le aplicara una inyección que la dejó sin fuerzas. En ese momento, Lucia, salvo por el hecho de seguir respirando, no era diferente a un cadáver. Durante un tiempo, la noticia de que Orlando y Román finalmente habían descubierto la verdad y habían visto el verdadero rostro de Lucia se propagó por toda la red. No hubo ni una sola persona que los compadeciera, al contrario, todo fue burla y desprecio. Porque ya era demasiado tarde: Elena había muerto, y no importaba lo que hicieran, ya no tenía sentido. De la noche a la mañana, las acciones de la familia Vargas y de la familia Suárez se de