Capítulo 19

Y esta vez, la pesadilla fue completamente diferente a las anteriores. La diferencia era que, en el sueño, él se había convertido en Elena. Orlando experimentó en carne propia, desde la perspectiva de Elena, todo el dolor que ella había sufrido. Las heridas que él mismo le había causado a Elena, Orlando finalmente las sintió una por una en aquel sueño. Allí, él, en el cuerpo de Elena, suplicaba y lloraba sin cesar en el suelo, pero el "Orlando" del sueño permanecía completamente indiferente. Incluso ordenaba a los guardaespaldas que lo arrojaran afuera, que lo tiraran en la cueva de las serpientes, que lo dejaran en los campos desolados. Lo abandonaba en todos esos lugares donde alguna vez había dejado a Elena. Orlando se despertaba una y otra vez sobresaltado por las pesadillas, pero al final, no pudo resistir el sueño profundo que lo invadía y volvía a dormir, resignado. Durante una semana, la decadencia de Orlando era visible a simple vista, incluso mientras conducía, estuvo a punto