Capítulo 20
—¿Abogado Eduardo?
Armando podía percibir la hostilidad maliciosa del otro, así que se identificó y lo citó directamente para verse cara a cara.
—De acuerdo, dentro de media hora... Sí, en la misma cafetería donde Silvi y yo estuvimos la última vez.
Eduardo colgó el teléfono y se quedó mirando el número en la pantalla, como si pudiera ver a través del celular la imagen de Armando.
Aquel año, Silvia se había"casado de repente" y había cortado todo contacto con ellos; durante siete años, ni siquiera había vuelto a casa.
Tantos años después, esa Silvia que antes lo había apostado todo, que había preferido irse con las manos vacías antes que seguir casada, ahora hacía que él deseara conocer en persona qué clase de hombre era Armando.
...
Media hora después.
Eduardo llegó con más de diez minutos de retraso, mientras Armando ya lo esperaba en la mesa.
Probablemente era la primera vez que el jefe Armando aguardaba por alguien, y su expresión denotaba muy mal humor.
—¿Tú eres Armando?
Eduardo,

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil