La imagen que apareció era de la página web oficial del tribunal y databa de hace dos años. Farouk vestía una toga y debatía apasionadamente en el tribunal.
La aplicación que desarrolló Xavier podía encontrar información sobre cualquier persona en cinco minutos. Todo lo que necesitaba era una imagen clara de ella cargada en la aplicación. Los resultados eran más precisos que los de los motores de búsqueda.
Sin embargo, habían tardado diez minutos en localizar a Farouk. Era evidente que era una persona que rara vez salía en público o tomaba fotografías. Tampoco tenía ninguna cuenta en las redes sociales. Era solo un fiscal, pero ¿por qué era tan reservado?
—Farouk Girard… Ludwig Girard… —Xavier pensó un momento y de repente abrió mucho los ojos—. ¿Podría ser que estuvieran emparentados? ¿Hermanos, tal vez?
Xavier entrecerró los ojos y en su rostro apareció una expresión tormentosa. Se le secó la boca y le costaba respirar. Así que Laure nunca rechazó a nadie y se acercó a Ludwig inmedia