Capítulo 215
Gabriel, por su parte, se mostró bastante tranquilo. —María dice que eres su amiga. Si puede ayudarte, también estará muy contenta.
María asintió oportunamente.
Ximena miró a María y, al final, aceptó: —...Gracias, considéralo como que te debo un favor.
Después de todo, ella y Gabriel no tenían ninguna relación. Solo si era absolutamente necesario, aceptaría ayuda.
A ella no le gustaba deberle nada a nadie.
Gabriel notó la distancia de Ximena; dudó un momento, pero al final asintió: —De acuerdo, cuando lo haya concretado, te aviso.
Ella buscó una excusa para marcharse.
María la siguió con la mirada.
Luego giró la cabeza hacia Gabriel: —Gabriel, ¿el esposo de Xime es muy malo? Ni siquiera la acompaña cuando está enferma. Yo en el futuro jamás buscaré un hombre así.
Él se quedó sin palabras.
—En adelante, no digas esas cosas delante de los demás, ¿entendido?
María frunció los labios: —¿Por qué?
—Ella ya se divorció.
María, sorprendida, reaccionó enseguida: —¿En serio? Gabriel, ¿por qué n

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