Capítulo 300
Apenas habían pasado unos segundos desde que entró al agua.
Desde afuera, se escuchó la voz de Carmen.
—¿Diego? ¿Hay alguien adentro? ¿Por qué ya salieron?
La voz de Diego sonaba bastante tranquila: —No, vamos.
Parece que Carmen dijo algo más.
Pero se alejaron.
Ximena se apoyó en el borde de la piscina termal y, tras echar un vistazo a la puerta, apartó la mirada.
Parece que Diego y Carmen habían venido juntos.
Si hoy ella no hubiera decidido bajar a relajarse en el agua termal, tal vez los dos habrían tenido una linda cita aquí.
Ximena pensó en esto por un momento.
No volvió a pensar en ellos.
Solo, distraídamente, acarició la cicatriz en su abdomen.
Aquel año, cuando Miguel tuvo problemas con los asuntos de la empresa, hubo un incidente de ajuste de cuentas antes de que él fuera encarcelado.
Después de esos acontecimientos.
Ella estuvo hospitalizada por más de medio mes.
Por esto, probablemente por la lesión, se volvió improbable quedar embarazada.
Ximena cerró los ojos.
Permaneció e

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