Capítulo 45

Punto de vista de Sebastian Aquello era extraño. Las cosas no debían ser así; no era normal que yo me sintiera de aquella manera. ¿En qué momento me había convertido en un blandengue? ¿Y por qué rayos me sentía culpable? Ella me había traicionado, me había mentido y, en lugar de sentir la ira que debía sentir, me devoraba la culpabilidad, como si hubiera asesinado a una persona inocente. «Bueno, asesinaste su confianza. ¿Olvidaste la forma en que te miró antes de marcharse y las palabras que dijo?». Mi conciencia me habló y gruñí en voz alta, molesto. Mi lobo interior debía ser violento e irracional; ¿por qué diablos sentía todas aquellas emociones? Y, además, no me permitía actuar para aplastarlos, lo cual me causaba aún más culpabilidad. Suspiré y miré alrededor. Nuestros estudiantes jugaban con los de otra universidad. Había sido una buena idea permitirles entrar al territorio de la manada, ya que aquello fortalecería nuestras relaciones con los humanos. Busqué con la mirada el sit