Capítulo 80

Punto de vista de Sebastian Aquellos dos días fueron normales para mí. En realidad, no sé bien cómo describirlos. Por una parte, me sentí bien porque pude ayudar a Alexis a pasar su etapa de celo, y también pude ver lo hermosa y dulce que era mientras me aseguraba de cuidarla para que no sufriera mucho. Sin embargo, por otra parte, también me sentí un poco miserable, pues perdí la cuenta de cuántas duchas frías tomé para calmar a mi lobo, que quería penetrarla y salirse con la suya. No obstante, todo aquello fue más fácil para mí que para mi lobo Sin, quien prácticamente tenía que arañarse la piel para no tomar el control de mi cuerpo y abalanzarse sobre Alexis. Somos animales, por tanto, cuando la persona que nos gusta se encuentra en el estado en el que estaba Alexis, no podemos evitar desearla con locura. Su cuerpo desnudo y su dulce olor embriagador representaban una tortura para nosotros. Cada vez que miraba sus ojos llenos de lujuria, sentía deseos de quitarme los pantalones y pe