Capítulo 49

Ramón llevaba consigo una caja de comida para llevar. Le hizo señas a Lucía al verla: —Has trabajado duro estos días, así que hoy he pedido especialmente carrillada de cerdo estofada para ti. Asegúrate de comer un poco más en un rato. Como Ramón estaba a cargo de los pacientes de la UCI, sabía lo duro que habían sido los últimos días para Lucía. La mirada de Lucía se desvió hacia Carlos, quien estaba mirando su teléfono y no levantaba la vista. Lucía dijo: —Ustedes coman, yo no tengo hambre. Ramón se detuvo: —¿Cómo que no tienes hambre? No has parado en toda la mañana. Lucía insistió: —Realmente no tengo hambre. Finalmente, Carlos levantó la vista, su mirada se posó en Lucía con indiferencia y dijo: —Si no quieres comer, entonces vete. El puño de Lucía se cerró lentamente mientras lo miraba, sus ojos temblaban ligeramente. Ramón frunció el ceño: —Carlos, ¿qué estás diciendo? ¿No vas a intentar convencerla? Carlos, imperturbable, respondió: —Nadie le dijo que no comiera. Si no quiere co