Capítulo 98

Ella no entendía de medicina, así que no debería causarle problemas a Carlos. Al hacer bien su trabajo, también lo estaba ayudando de otra manera. Después de volver a la estación de enfermeras, Lucía comenzó con su ajetreado día, pues el trabajo de enfermera raramente tiene momentos de descanso. Su resfriado había mejorado, pero su estómago todavía le molestaba, haciendo que su rostro se viera pálido. La enfermera veterana al notarlo, le sugirió: —¿Por qué no te tomas un descanso y comes algo? Lucía sacudió la cabeza: —No es buen momento, acaban de llamar a un paciente y también tengo que preparar varias infusiones y administrar inyecciones. Una compañera intervino: —La neurocirugía realmente es agotadora. Cuando estaba en proctología, era mucho más relajado, nada como esto, que es un no parar. —En serio, si tuviera la oportunidad, definitivamente cambiaría de departamento. Cualquier otro estaría bien. La enfermera veterana la reprendió con la mirada: —Piensas que la proctología era má