Capítulo 84
—No importa si ella está bien o no, yo ahora solo la quiero a ella.
La mirada de Lilia titubeó y tardó un buen rato en reaccionar.
Había invertido tanto esfuerzo durante tanto tiempo, ¿cómo podía ser que al final no obtuviera nada, sino que cargara con tantos problemas, terminara siendo insultada por todos y tuviera que huir al extranjero?
¿Resignarse? ¿Cómo iba a resignarse?
Poco a poco recobró la calma, tomó una profunda bocanada de aire y suavizó la voz. —Melchor, ahora te gusta otra persona y yo estoy dispuesta a darles mi bendición, pero mírate: con este aspecto tan decadente, ¿cómo vas a recuperar a Carolina?
—Si no te repones y tu carrera se viene abajo, ¿crees que Carolina seguirá mirándote?
Ese día, por más que lo intentó, Lilia no pudo contactar con Melchor. Al final, desesperada, acudió a Eduardo, pero este le informó que había renunciado ese mismo día.
Después buscó a Natalia y también recibió una respuesta de abandono.
No sabía con exactitud lo que había ocurrido, pero en

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil