Capítulo 1236

Esther estaba sentada en el sofá. Al notar su mirada curiosa, esbozó una leve mueca. —En aquel entonces, cuando tú y yo aún no nos habíamos visto, fue mi madre quien utilizó una antigua promesa que el abuelo Eugenio había hecho antes para obligarte a casarte conmigo. Tú te opusiste a este matrimonio y, lleno de rabia, te fuiste al extranjero durante tres años. Ese fue el motivo de mi matrimonio contigo. En realidad, no fue algo honorable. Antes, debido a las amenazas de mi padre, sí tomé muchas cosas de la familia Castro. Yo tenía la culpa. Pero, después de que mi madre falleció, ya no tuve que obedecerlo nunca más. Ella miró el resplandor del atardecer a través de la ventana; sus ojos se enrojecieron un poco. En realidad, su madre no había sido tan perfecta, pero Esther jamás olvidaría aquellos días en los que ambas dependieron la una de la otra para sobrevivir. Sus labios se abrieron ligeramente mientras dejaba escapar una sonrisa amarga. —Deseo de verdad que la familia Vázquez se de