Capítulo 1314
Su cara se puso pálida de inmediato, sin poder creer que Pedro fuera capaz de decir algo tan empalagoso.
Una chispa de burla cruzó los ojos de Lorena, y con su apariencia actual de hombre, resultaba realmente irresistible.
La nuez de Adán de Pedro se movió al tragar, no pudo evitar acercarse y abrazarla. —¿Tienes hambre? Iré a prepararte algo de comer.
Dolores los observaba desde no muy lejos, sintiendo una comezón insoportable por todo el cuerpo.
"¿Preparar comida?" "¿Pedro, cocinando él mismo?"
"¿Hace cuánto que conocía a ese hombre? ¡Y ya quería prepararle algo con sus propias manos!"
Le dolía el pecho de la incomodidad. Estaba deseando ir corriendo a separarlos, cuando en ese momento, César bajó por las escaleras.
Dolores sintió que había encontrado un aliado y se apresuró a acercarse.
—César, ¿lo viste? Ese hombre está seduciendo al señor Pedro. Tú tampoco querrás que luego todos hablen mal de él, ¿verdad? Si nos unimos, seguro lograremos echar a ese hombre.
Cada vez que César la

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