Capítulo 1325
Dolores se mantuvo muy pegada a Lorena, sin importarle cuántas veces Pedro la mirara con desaprobación, ella seguía aferrada al brazo de Lorena.
—Lázaro, te lo digo en serio, ¿no crees que ese Pedro es medio imbécil? Por un lado, está contigo, pero cada vez que despierta, me busca, como si no pudiera vivir sin mí. Si yo fuera tú, no andaría con él. Mejor ven conmigo, mis puertas siempre están abiertas para ti.
Dijo, lanzándole una mirada sugestiva.
Lorena torció ligeramente la comisura de los labios, sin decir nada.
Dolores, al ver que se iban, se enfureció muchísimo. Revisó los medicamentos que Salvador le había dado. Aparte de los que mataban, solo tenía algunos afrodisíacos.
La primera vez que le dio veneno a César, lo notaron de inmediato.
No pudo evitar morderse el labio y sacó una pastilla que hacía que los hombres duraran mucho tiempo.
Respiró hondo. ¡Esta vez tenía que tener éxito!
Lorena volvió a su habitación y procesó varios documentos más. Durante los dos días siguientes, s

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