Capítulo 1338

Laura sonrió y levantó suavemente el pie para darle un par de patadas en el cuerpo. —Luis, ¿cuántos años hace que te conozco? Por sobrevivir, eres capaz de decir cualquier cosa. No hay antídoto, ya me lo tomé. No pensaba dejarte nada. —¡Laura, si no me crees, puedes llamar ahora mismo a tus padres! No se mostró nervioso. Tragó toda la sangre de su boca y cerró los ojos. —Estoy dispuesto a darte el estatus de esposa, ¿qué más quieres? Durante todos estos años, tú tampoco diste mucho por mí. Tus padres te vendieron, yo te compré. Entonces, eres mi mercancía. ¿Necesito acaso consultar con alguien cómo trato mi mercancía? —Parece que ustedes nunca se dieron cuenta de que soy una persona. Fui a la universidad, no para que me encerraran aquí como a una sirvienta, esperando solo a que vinieras a usarme. Se agachó despacio, mirando esa cara, y suspiró. —Qué lástima. Si en aquel entonces me hubieras cortejado de verdad, tal vez habría aceptado. Al fin y al cabo, mi primer amor también era un im