Capítulo 1355

Ramón suspiró y se tocó la cara. —Ahora ni siquiera me atrevo a mirarme al espejo. Aunque a los hombres no les importe tanto la apariencia, ver esta cara me hace pensar en mi estupidez. Haberme dejado engañar por una trama tan vulgar... Bien merecido lo tengo. —Hermano, no fue tu culpa. La voz de Antonio estaba algo entrecortada, y lo abrazó con fuerza. —No te quedes aquí, ¿sí? Vámonos juntos. Ya aseguré mi lugar en la familia Medina, esos tíos todavía me temen un poco. Ya viste cómo he cambiado: me hice pasar por el hijo ilegítimo de papá y, con la influencia que dejaste, he podido mantener firme mi posición. Hermano, ya no te alejes más de mí. Su madre había fallecido cuando ambos eran muy jóvenes, así que Antonio prácticamente había sido criado por su hermano. En la familia Medina no existía el concepto de afecto. Todo el amor que ella tenía provenía únicamente de su hermano, y por él, estaba dispuesta a hacer cualquier cosa. Ramón bajó las pestañas y le revolvió el cabello. Su mira