Capítulo 1362

Antonio rara vez tenía tiempo libre. En estos días, Fernando había sido destituido, así que todos podían tomarse un respiro. Ella cerró los ojos y curvó levemente la comisura de los labios. —Sí. Si no fuera subordinado de Marcos, realmente admiraría a ese hombre. Tiene estándares muy altos para sí mismo. Pero, lamentablemente, a veces la lealtad ciega también es una enfermedad, y una bastante grave. No importa lo que haga Marcos, él siempre lo apoya, sin importar si está bien o mal. Los ojos de Benjamín reflejaron una expresión extraña. Se acercó con sigilo y le dio un beso en la mejilla. —¿Pero eso no está mal? Ocupando ese puesto, debería anteponer las necesidades del pueblo a las del presidente Marcos. Ha traicionado el propósito de su cargo. No merece estar en esa posición. Antonio abrió lentamente los ojos. Pensó que quizás este hombre, por ser tan ingenuo, era capaz de ver las cosas con tanta claridad. Era cierto. Aunque Ángel no tuviera defectos evidentes por los que la gente pu