Capítulo 1422

A Pedro le hizo gracia y se levantó. —Primero quiero ir a ver a ese exrey. Su invitación apenas había sido entregada cuando fue aceptada por la otra parte. En menos de cuatro horas, Pedro ya estaba sentado en la villa de aquel exmonarca. Dentro de la villa no había muchos sirvientes. Aquella mujer de Llanoazul estaba recogiendo flores en el jardín, decía que quería secarlas para preparar infusiones. Pedro jugaba ajedrez con el exrey y habló con naturalidad. —Hace poco, en un pueblo de Norteamérica, vi a una chica que se parecía mucho a ustedes. No sé si estarían dispuestos a verla. Si lo están, puedo enviar a alguien para traerla. Los dedos del hombre se detuvieron. A lo largo de los años, muchos habían intentado ganarse su favor diciendo tener noticias sobre su hija. Ya mayores, hacía tiempo que habían dejado de conmoverse por esas cosas, ya no les causaban ningún impacto. Pedro miró a la mujer de Llanoazul, que en silencio seguía recogiendo pétalos. —¿Y usted, señora? ¿Quisiera verla