Capítulo 1453

Alfonso había dejado de importarle Silvia desde hacía diez años; tampoco le interesaba dónde estaba. A sus ojos, esa mujer ya estaba muerta, así que no tenía idea de que Ángeles la había mantenido cautiva y torturada durante tantos años. Claro que, aunque lo supiera, no habría hecho nada al respecto, porque Silvia parecía un monstruo. Ningún hombre se enamoraría de un ser así. Esa vez, quien vino a la casa de los Campos fue León. Alfonso le daba mucha importancia a ese hombre, porque León contaba con el respaldo del gobierno de Llanoazul. Se decía que pertenecía a la familia Martínez y que él era el nuevo heredero de dicha familia. Nadie sabía cómo un forastero había logrado ganarse la confianza de los Martínez. Tal vez fue porque Salvador, de la misma generación, había tenido problemas y no había nadie tan capaz como él, así que eligieron a León. Vestía, como siempre, una túnica negra. Esta vez no llevaba máscara y su cara llena de cicatrices estaba expuesto. Respecto al Instituto de