Capítulo 287

Lorena no sabía ni cómo reaccionar; el sudor frío le brotaba por toda la frente. Pedro, en cambio, apartó lentamente la copa que tenía delante y dijo con un tono aún más indiferente: —Mi padre debería venir a hablar contigo en cualquier momento. Y es que anteriormente, Lorena le había asegurado repetidas veces a don Iván que no tenía ningún otro tipo de interés en Pedro. Don Iván no era cualquier persona; seguramente no volvería a creer ninguna de sus excusas. Ella apretó los labios sin decir nada, pensando rápidamente en alguna estrategia. Pero estaba claro que en esta situación no había margen de maniobra. Solo le quedaba ser honesta. —Jefe Pedro, hace un momento estaba ayudándote a salir de un apuro. Vi que no parecías tener muchas ganas de quedarte sentado ahí. —¿Te pedí ayuda acaso? Su tono era frío, sorprendentemente sereno. Lorena se quedó sin palabras en el acto, porque efectivamente él no le había pedido nada; fue una decisión unilateral de ella. Si don Iván actuaba, ella no t