Capítulo 534

Salvador era quien mejor lo conocía de todos y, precisamente por eso, jamás había mirado a Lorena con otros ojos. Simplemente, no comprendía eso que llaman sentimientos entre hombres y mujeres; para él, todo eso no era más que una carga. Desde pequeño siempre pensó que las mujeres eran problemáticas, y los asuntos sentimentales, aún más; los logros en el ámbito laboral le resultaban mucho más estimulantes que conquistar a una mujer. Esa sensación de desafiar los límites al filo de la navaja era algo que la vulgaridad de los sentimientos amorosos no podía ofrecer. Por eso, no entendía esas emociones extrañas para el resto del mundo. No las comprendía, pero las respetaba. Quizá, a veces, cuando una persona ya ha alcanzado la cima del poder, empieza a buscar en sentido contrario cosas simples y carentes de valor. Sí, para él, los sentimientos eran vulgares. Rubén, al ver su actitud, se sintió incómodo. —Salvador, ahora que tienes el negocio en el extranjero bien asegurado, ¿acaso los que