Capítulo 536
Él bebió un par de sorbos y enseguida apartó la cabeza.
Ella dejó el vaso, levantó la mano y le tomó la frente durante unos segundos.
Por suerte, no tenía fiebre.
Después de retirar la mano, volvió a instalarse un silencio entre los dos.
Lorena tampoco se atrevía a mencionar nada sobre Ignacio, y mucho menos sobre volver a casa, por miedo a que él se desmayara de nuevo.
El cuerpo de Pedro, al parecer, siempre había sido bastante frágil.
Ella apretó los labios y no dijo nada, sentándose tranquilamente.
Él bajó la mirada y, de pronto, dijo: —Quiero bañarme.
—El médico dijo que no puedes mojarte.
Pero él no hizo caso y trató de levantar la colcha.
Ahora tenía toda la espalda llena de heridas; cualquier mínimo movimiento podía tirar de ellas.
Lorena no se atrevió a dejarlo bajar de la cama, así que le sujetó las piernas de inmediato.
De reojo notó que se había puesto aún más pálido, así que se apresuró a decir: —¿Por qué no te limpias un poco nada más? Cuando estés mejor, ya te bañarás.
Él

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil