Capítulo 610
Ana salió y se dirigió al reservado de al lado. Al ver al hombre de mediana edad dentro, su tono fue de sorpresa y alegría.
—Tío Raúl, ¿cómo que viniste sin avisar?
Raúl Medina tenía cuarenta y cinco años, y sus ojos reflejaban una diversión constante. —La ocupada aquí eres tú. Te he llamado varias veces y nunca contestas. Esos años en el extranjero te han hecho madurar mucho. Ana, cada vez te ves más guapa.
Ella se sentó a su lado. Era su tío materno. Después de que sus padres fallecieran cuando ella tenía poco más de diez años, la familia materna y los Martínez no mantuvieron una relación cercana; al fin y al cabo, la influencia de la familia de su madre no se podía comparar, ni de lejos, con la de los Martínez.
Cuando su madre falleció, aunque algunos parientes intentaron congraciarse con los Martínez, ellos, siendo un clan vinculado a las altas esferas, despreciaban ese tipo de maniobras. Así que, aparte de encargarse personalmente de criar a Ana, jamás volvieron a tener contacto c

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