Capítulo 655
Su hermana era tan ingenua que seguramente no lo contactaría por iniciativa propia.
Él le dio vueltas al asunto y concluyó que solo esas dos personas lo llamarían.
Pero las dos eran muy peligrosas, y de ninguna manera parecían del tipo que lo buscaría voluntariamente.
Suspiró de nuevo y volvió a recostarse. —Silvio, déjame y ve a ocuparte de tus cosas. Yo solo también estoy bastante contento.
Apenas terminó de hablar, su teléfono sonó.
Emilio se levantó de inmediato, tan rápido que era imposible verlo con claridad.
Tenía un número de teléfono muy privado; solo Silvio y León lo conocían. Normalmente, cuando ese número sonaba, era para pedirle que matara a alguien.
Pero últimamente no había habido encargos, así que, si el teléfono sonaba ahora, sin duda era Lorena quien lo llamaba.
Le dio unas palmadas en la cabeza a Titán y presionó la tecla de contestar, con la voz llena de entusiasmo.
—¡Lorena!
Al escuchar su voz, Lorena sintió un calor en el corazón. —Emilio, ¿estás ocupado?
—No, cua

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