Capítulo 970
Lorena explicó de manera sencilla lo ocurrido esa noche y luego lo calmó en voz baja: —Tengo miedo de crearte enemigos, y así también estoy bastante bien. Esta noche primero llevaré a Benjamín conmigo; después, con lo que quede pendiente, lo iremos discutiendo poco a poco, ¿de acuerdo? No te enfades, yo jamás podría divorciarme de ti.
Pedro, al otro lado, apretó los labios y preguntó: —¿A dónde van?
—A casa de Ezequiel.
—Si pasa algo, llámame.
—Sí, no te enfades. Esa sensación de que todos crean que estamos divorciados pero que nosotros seguimos encontrando la manera de dormir juntos en secreto, ¿no es muy emocionante?
Pedro, incapaz de soportarlo más, alzó la voz. —¡Lorena!
Ella bajo la mirada, consciente de que últimamente había sido demasiado insolente.
Pedro suspiró al otro lado. —Si te ocurre algo, deberías llamarme a mí en primer lugar.
Ah, con que eso era lo que enojaba a Pedro.
Lorena curvó un poco los labios. —Está bien, está bien, la próxima vez me acordaré.
Después de tranqu

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