Capítulo 35
Apenas llegó a la casa de los Gómez, Regina soltó un gran estornudo.
Elena se acercó, preocupada sin poderlo disimular. —Regina, ¿estás bien?
La mayoría de los invitados de la casa de los Gómez aún no se habían ido, pero gracias a la hospitalidad de Elena, todos ya habían olvidado casi por completo el incidente reciente.
Regina sonrió agradecida. —Estoy bien.
Elena dudó por un momento antes de preguntar, con precaución: —¿Y Fabiola?
Al mencionar a Fabiola, una expresión de desprecio cruzó por los ojos de Regina. —Mamá, mientras yo esté bien, no me importa lo que les pase a los demás. Eso no es algo de lo que debamos preocuparnos.
Luego llamó al repartidor y mandó de regreso el regalo que Fabiola había traído a la casa de los Suárez.
Una vez que todo estuvo en orden, Elena acompañó cariñosa a Regina a saludar a los invitados que aún permanecían en la fiesta.
En la multitud había algunos familiares mayores, a quienes Regina saludó con una actitud humilde y una sonrisa agradable.
De repen

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil