Capítulo 1042

Camila sonrió y dijo: —Ya tendrán la oportunidad de saberlo. —Está bien, entonces no sigamos insistiendo a Camila con preguntas. —Vamos, vayamos mejor a comer. Un par de compañeras tomaron del brazo a Camila y se la llevaron, mientras que los estudiantes curiosos también se dispersaron. Claudia y Teresa se quedaron de pie; Claudia, tan enfadada, se clavó las uñas en la palma de la mano. Nada estaba saliendo como había imaginado. Era el colmo. —Teresa, ¿acaso he vuelto a hacer algo mal? Teresa la tranquilizó: —¡Claudia, no has hecho nada malo! Déjalo ya, pasemos página. —Pero Camila no quiere ser mi amiga. —Aunque ella no quiera ser tu amiga, aquí me tienes a mí. Yo siempre seré tu mejor amiga. Claudia asintió: —De acuerdo, entonces vayamos también a comer. Camila almorzó con varias compañeras y, muy pronto, a su alrededor empezó el alboroto: —¡Una noticia enorme! —¿Qué noticia? ¡Dila ya! —Acabo de enterarme de que el profesor Samuel vuelve a dar clase. Samuel iba a volver a la universi