Capítulo 1046
Camila dijo: —Claudia, antes éramos amigas. Cuando tu padre te golpeaba, yo tuve la amabilidad de dejarte quedarte en mi casa por un tiempo. Aquella noche, mi prometido regresó tarde; yo estaba en la sala trabajando en mis diseños, y él subió a la habitación a ducharse. No sé cómo fue que apareciste en nuestra habitación... no, para ser exactos, apareciste en el baño.
Dios mío.
Cuando Camila describió con tanto detalle lo que ocurrió aquella noche, todos quedaron atónitos.
Camila continuó: —En ese momento, mi prometido estaba en la ducha, tú irrumpiste de repente y además llevabas un camisón de tirantes muy sensual. Mi prometido tomó la botella que estaba a su lado y te la lanzó como reacción. Un acto de defensa propia como ese no debería considerarse un problema, ¿verdad?
Claudia guardó silencio.
Alrededor, la gente empezó a comentar: —Claudia, así que entraste sin permiso en el baño del profe Samuel.
—¿No crees que eso es cruzar todos los límites?
—Si yo tuviera una amiga de familia

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