Capítulo 624
—¡Anita, soy tu madre! ¿Cómo puedes ser tan cruel...?
Pum…
Ana se arrodilló con humildad justo frente a María, extendió la mano y tiró del bajo del pantalón de su madre. —Mamá, lo siento no tengo otra opción. Solo puedo hacerte desaparecer. Si me amas, ayúdame, te lo ruego.
María la miró con un profundo dolor en la mirada, y de pronto sonrió llena de autocompasión.
Ya estaba.
Ese era su triste destino.
De hecho, en el momento en que Alejandro murió, ya debía haber presentido su trágico final. El misterio del origen de Ana debía ser cubierto con sangre... por alguien.
María sin pensarlo más cerró los ojos.
...
Raquel regresó del hospital. Se había hecho un chequeo, y el bebé estaba muy sano, pero el embarazo no era estable y requería cuidados urgentes.
Sin embargo, le resultaba muy sospechoso que Alejandro hubiera muerto protegiéndola de una puñalada.
Raquel miró de reojoa doña Sara. —¿Dónde está María?
Los ojos de doña Sara estaban hinchados de tanto llorar. —¡No menciones a esa maldit

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