Capítulo 822

Samuel solo pudo soltar sus labios rojos y tomó el celular, presionando la tecla para contestar. —¿Hola, William...? Cuando Samuel contestó la llamada, la miraba intensamente, con una mirada ardiente. Camila mordió su labio rojo con sus dientes, y su mano empezó a ponerse inquieta. La respiración de Samuel se volvió inestable. Del otro lado, William estaba hablando. —Samuel, ¿tú y la señorita Camila ya han terminado de bañarse? Ya he hecho la reserva en el restaurante, ¿cuándo salimos? Samuel respiraba con dificultad. William se extrañó. —¿Samuel? ¿Samuel, por qué no contestas? ¿Qué te pasa, por qué respiras tan fuerte? Samuel, con los ojos enrojecidos, respondió. —William, nosotros... pronto terminaremos... —Jaja, Samuel, yo pensaba que no te gustaban las mujeres, no esperaba que ya tuvieras novia... Samuel ya no pudo oír lo que William decía del otro lado. Todos sus sentidos se concentraron en una sola parte de su cuerpo. De repente, sintió una descarga de placer y liberación estimul