Capítulo 856
Camila asintió: —Sí.
—¿Qué estilo prefiere? Puedo recomendarle algo.
Camila quiso que la tierra se la tragara. ¿Por qué siempre había una promotora en la sección de condones?
No tenía idea de qué elegir.
Camila respondió, —Entonces llevaré uno sencillo.
La promotora tomó una caja. —Entonces, el modelo básico.
Camila extendió la mano para recibirla. —Está bien.
Pero la promotora no le entregó la caja, sino que continuó preguntando: —Señorita, ¿qué talla usa su esposo? Aquí tenemos talla pequeña, mediana, grande y extragrande.
Camila guardó silencio.
Ella se sintió muy avergonzada, ¿por qué la promotora tenía que hacer una pregunta tan vergonzosa?
Camila respondió, —No lo sé...
—Señorita, ¿dónde está su esposo?
Camila giró la cabeza y miró a Samuel. —Allí.
La promotora siguió la mirada de Camila y, al verlo, sus ojos se iluminaron. —Él es muy guapo.
En ese momento, Samuel estaba de pie bajo la brillante iluminación, vestido con un elegante traje negro, alto y apuesto. Sostenía un libro e

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