Capítulo 980
Samuel se quedó desconcertado por un momento. —¿Qué dijiste? ¿Que yo le compré una pulsera de diamantes a Paula?
—¿No es así? Esa pulsera de diamantes debe ser carísima, ¿no? No pensé que fuera tan generoso.
Samuel se quedó sin palabras. —Yo no tengo ni idea de esa pulsera de diamantes. ¿Quién te dijo que yo se la compré?
Camila miró a Samuel. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso no le había comprado la pulsera de diamantes a Paula? ¿Cómo era posible?
—Señor, si la compraste, la compraste; si no, no la compraste. ¿Por qué mentir?
—Exacto, si la compré, la compré; si no, no la compré. Y no la compré, ¿por qué habría de admitirlo? Escúchame bien: nunca le he comprado ninguna pulsera a Paula.
Camila se quedó perpleja, mirando a Samuel, intentando descubrir en su cara algún indicio de mentira.
Pero en el atractivo rostro de Samuel no se notaba ni la más mínima alteración; estaba completamente tranquilo y seguro, absolutamente sincero.
Entonces, ¿qué estaba pasando?
—¿Me miras así porque no me cree

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil