Capítulo 56

—¡Los demás aléjense un poco, no absorban el fortigel de la señorita Adelaida! Esta vez hay muchos machos que necesitan ser apaciguados, la señorita Adelaida gastará una gran cantidad de Poder Mental. Fabián empujó algunos machos que estaban alrededor de Adelaida, apartándolos. En poco tiempo, los machos retrocedieron unos metros, formando un círculo que protegía a Adelaida en su interior. Adelfo, por su parte, estaba atento a la situación de los orcos heridos. —Bien, señorita Adelaida, deje una parte de los hombres aquí, los demás vengan conmigo a atrapar a los seguidores de Nataniel. Con la orden de Fabián, algunos machos se levantaron y lo siguieron fuera del jardín trasero, comenzando a buscar personas dentro de la Mansión del Señor de la Ciudad. —Gracias, señorita Adelaida. El yak frente a ellos tenía los ojos completamente negros. Después de recuperar la conciencia, lo primero que hizo fue agradecer a Adelaida. —No hay de qué.—Dijo ella y continuó con su proceso de purificación.—