Capítulo 486
Al día siguiente, Fabiola invitó a Luisa a tomar el té por la tarde.
Las dos se citaron en un hotel de cinco estrellas.
Cuando Luisa llegó, Fabiola y Marcela estaban conversando. Al ver a Luisa, Fabiola se levantó sonriendo. —Luisita, ya llegaste.
Luisa asintió y echó un vistazo a Marcela, que estaba al lado.
Marcela apretó los labios, se puso de pie y extendió la mano para estrechar la de Luisa. —Señorita Luisa, permítame presentarme formalmente. Me llamo Marcela Reyes, vengo de Altavela. Lo que ocurrió la última vez en el crucero fue mi culpa. Le pido disculpas, lo siento mucho.
La actitud de Marcela fue muy sincera.
¿Altavela, apellido Reyes?
Luisa la miró y preguntó: —¿Eres la hija de la familia Reyes de Altavela?
Los Reyes de Altavela eran de la nobleza; la familia Reyes tenía un hijo y una hija. Aquel chico era el jefe de Grupo Azurión. Luisa lo había visto en una fiesta hace poco.
Siempre había oído decir que la familia Reyes tenía una hija, pero que pasaba la mayor parte del ti

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