Capítulo 12
Al escuchar sus palabras, solo sentí lo absurdo y la rabia.
—Rafael, ¿con qué derecho creías que, después de haberme hecho daño así, volvería a tu lado?
Lo miré con frialdad y aparté su mano con desagrado.
—Desde el momento en que me engañaron por culpa de Rosa, tanto tú como Alberto dejaron de importarme.
La sonrisa de Rafael se quedó rígida en su cara; me agarró como un loco y empezó a explicarse con desesperación.
—¡Todo fue idea de Alberto! ¡Lena! Yo nunca quise hacerte daño, yo tampoco…
—Basta.
Interrumpí sus palabras y lo empujé hacia atrás con frialdad.
—Fue idea de Alberto, pero tú participaste. Rafael, no hables como si fueras tan inocente: engañarme, difamarme, hacerme daño, todo lo hiciste tú. ¿Con qué derecho vienes a pedirme perdón?
Él pareció herido por mi indiferencia; dio un paso atrás sin darse cuenta, pero no pudo evitar volver a acercarse.
—No, Lena, dame otra oportunidad, te juro que nunca más dejaré que te hagan daño.
Antes de que pudiera responder, una mano fuerte

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil