Capítulo 15

Gabriel alzó la cabeza de golpe, con los ojos inyectados en sangre, clavando la mirada en él como un lobo hambriento. —¡Habla! —La palabra brotó con esfuerzo desde lo más profundo de su garganta, ronca al extremo. —Nosotros... Nosotros, a través de canales especiales, cruzamos y cotejamos todas las imágenes borrosas y los datos de identidad de salidas irregulares a nivel mundial durante los últimos tres meses... Encontramos una figura con alta probabilidad de ser la señorita Amelia. Apareció... en la zona de tránsito del aeropuerto internacional de la capital de Mirandia. La fecha coincidía con el tercer día tras su desaparición. Gabriel le arrebató el expediente de las manos, con los dedos temblando ligeramente por la emoción. Fijó la vista en esa imagen de vigilancia borrosa, ampliada hasta el punto de verse distorsionada. Esa silueta de espaldas, con un abrigo sencillo, llevando una pequeña maleta de mano, caminando hacia una puerta de embarque... ¡Era ella! ¡Tenía que ser ella! Esa