Capítulo 182

De repente está siendo muy rudo. "¡Ah! Osirio…” Gemí y lloré fuerte. Sus manos bajaron desde mis pechos hasta mi cintura, bajando mi camisón hasta que sus manos encontraron su camino hacia mis nalgas. Gemí deliciosamente cuando sus manos tomaron mi trasero antes de apretarlo. Mi cuerpo palpitaba de necesidad mientras el deseo se arremolinaba en la parte inferior de mi abdomen con un dolor lujurioso por más. Mi coño se apretó y palpitó, y supe que me había mojado mucho. Osirio está siendo muy duro conmigo. Inclinó la cabeza hacia abajo, tomó un pezón endurecido entre sus labios y comenzó a chuparlo con fuerza. Grité su nombre y eché la cabeza hacia atrás mientras el intenso placer de su succión salvaje recorría mi cuerpo. Chupó mi pezón repetidamente mientras sus manos bombeaban mi trasero desde atrás. Mis manos estuvieron inmediatamente en su cabello rubio mientras empujaba mi pecho descaradamente hacia su rostro. Osirio mordió mi pezón con un poco de brusquedad y, aunque me duele, se