Capítulo 274

Sus manos me sujetaron la cabeza mientras se movía más rápido, y la gruesa cabeza de su pene me golpeó la garganta. Cerré los ojos con fuerza para aguantar sus embestidas agresivas en mi boca. Podía saborear rastros de su eyaculación en mi boca y sabía que se lo estaba pasando genial. Tras abrir los ojos, bajé la mano para acariciarle los testículos y masajearlos suavemente. Su pene se contrajo en mi boca, y supe que había crecido mucho más que antes. Me pregunté si se correría dentro de mi boca y entonces me di cuenta de que lo estaba deseando. —Ya es suficiente —me dijo Osirio suavemente. De repente, Osirio dejó de moverse y mis ojos se abrieron de par en par, inquisitivos. Separé los labios y Osirio sacó su grueso miembro de mi boca. Su pene estaba completamente mojado, cubierto por mi saliva, y era mucho más grueso y largo que antes. Mi coño se estremeció al pensar en recibir su impresionante longitud dentro de mí. —Sube. Ya estás muy mojada. Puedes hacerlo tú misma, ¿verdad? —dijo