Capítulo 363
Osirio y Margarita ya salieron. ¡El equipo de Lucas entra ahora, jefe!
Oí a un hombre gritar fuerte. Debía de estar informando al jefe sobre la situación. Miré a mi alrededor, confundido, a los muchos hombres que nos esperaban afuera. De repente, el peso del brazo de Osirio sobre mi hombro se hizo más pesado. Me giré para mirarlo y fue entonces cuando me di cuenta de que algo andaba muy mal.
—¡Osirio! ¡Osirio! —grité su nombre a gritos.
Mis gritos atrajeron la atención de unos hombres que estaban cerca de nosotros. Osirio no me respondió, pero noté que sentía dolor. Le rodeé la espalda con el brazo para soportar mejor su peso. Hice una mueca al tocar algo cálido y húmedo.
No puede ser…
Bajé la mirada hacia mi mano y sentí toda la cara entumecida por la impresión. Un líquido rojo y espeso cubría mi palma.
Osirio…
—¡Osirio está herido! ¡Ayuda, por favor! ¡Ayuda! ¡Ayuda! —grité con todas mis fuerzas.
“Estoy bien, Rita…” susurró Osirio cerca de mí.
No está bien. Su voz sonaba muy débil.
¡A

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