Capítulo 547
A la mañana siguiente, el gerente del hotel llevó el reloj a la habitación de Henry cuidadosamente. El reloj estaba protegido por una tela amarilla muy suave, la cual lo cubría de la luz.
"Señor Cleveland, le pedimos a unos profesionales que limpiaran el reloj. Está absolutamente limpio y no tiene ningún daño. Por favor, revíselo", le pidió el gerente con respeto.
Henry extendió la mano y tomó el objeto. Lo revisó exhaustivamente y luego se lo colocó en su muñeca. Él, que era una persona muy noble, lucía mucho más inalcanzable llevando puesto ese invaluable reloj.
Se puso de pie, ajustó su traje azul y le habló a su mayordomo tras él: "Vámonos".
Todos se alistaron para salir.
En ese momento, Luciana estaba a punto de ir a la cafetería para recoger la taza de café y el desayuno para otra cliente. Debía apresurarse, pues esa huésped también era muy exigente y, como no le había gustado la comida del hotel, le había pedido a la joven que fuera por su desayuno a otra cafetería de su prefere

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil