Capítulo 58

El viejo patriarca de los Giltstone estaba sentado en el salón en un sillón de madera de palisandro. Llevaba puestos unos lentes para leer con una montura dorada espectacular y lucía una barba impecablemente afeitada. A pesar de sus 86 años, aparentaba unos sesenta y tenía una tez brillante de tono cobrizo. A través de los cristales, se apreciaba una mirada disuasiva y con gran vitalidad y vigor. Al verlos llegar, el anciano abrió los ojos sorprendido y luego se acomodó los lentes con una mano para recorrer minuciosamente al niño que venía con su nieto. Acto seguido, preguntó si era el pequeño del que habían hablado. "Abuelo", lo saludó Augustine con una sonrisa amable y se sentó a su lado. Luego bajó con cuidado a Zeph, quién levantó su carita parecida a la del padre para observar con curiosidad al Patriarca Giltstone. Augustine se percató de la mirada osada del pequeño y no pudo evitar reír disimuladamente, mientras le decía: "Zeph, saluda a tu bisabuelo". "Un placer conocerte, bisa"